Thursday, November 24, 2011

Diario de una novela, día 24 ó ya perdí la cuenta

Reconozco que tuve momentos donde me dije: bueno, ya está, claudico, tiro la toalla, me dejo de joder con todo esto y vuelvo a la vida real. Pero, pasan dos días (en los que no escribo) y descubro que en realidad ya no existe eso que yo solía llamar "vida real". Hay eso que transito todos los días, alternando períodos de vigilia y sueño, comida y hambre, sed y ganas de coger o de ver tele, así bien anestiada y los momentos que estoy con mis personajes en mi Buenos Aires del 2001, con sus tribulaciones y desengaños, miserias y problemas, obsesiones y falta de amor y digo, puta, ya no sé cuál es la vida que me corresponde. Cuál es la vida a la que pertenezco. Qué demonios hago acá, pretendiendo ser esa cosa que hace que todos ellos respiren y sufran. Es medio como ser Dios, pero lleno de culpa y blasfemo.
Me siento un pelotuda. Y sigo escribiendo...

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